En un futuro caracterizado por la incertidumbre, donde la velocidad e intensidad de cambio parece arrebasarnos, desarrollar una comunidad con miras de bienestar puede parecer un sueño muy lejano de alcanzar. Por suerte, Alejandra Zorrilla, Directora General de la Consultora Identidad y Desarrollo, nos invita a cumplir este sueño empezando por construir una comunidad colaborativa, sin divisiones, sin separarla del entorno ni de sí misma. Una comunidad llena de bienestar se forma desde la unidad.
En una comunidad colaborativa, el futuro se refleja como un beneficio para todos, tanto para la comunidad receptora como para la comunidad turística, porque todos somos uno, nos dice Alejandra Zorrilla.
¿Qué futuro queremos? ¿Cómo vamos a construir un futuro en tiempos de incertidumbre?
Alejandra Zorrilla nos dice que la fórmula empieza sabiendo que al futuro llegamos juntos; pongamos a nuestra comunidad 5 años en el futuro y desde esa visión construyamos el futuro pensando en red. Con esto en mente, te compartimos 5 conceptos que debemos tomar en cuenta para poder desarrollar una comunidad innovadora que decide tener un futuro de bienestar, no solo con un beneficio turístico sino con un beneficio comunitario.
Pensar en un futuro que beneficie a la comunidad, involucra el compromiso de todos los miembros que la conforman. Los miembros de una comunidad permanente (locales) y temporal (locales) pueden dar algo de si mismos y aportar a la construcción del futuro que deseamos.
El futuro se construye en unidad. Debemos hacer un esfuerzo para que exista un compromiso fuerte por llevar a la comunidad a vivir mejor.
Es importante tener en cuenta que cada miembro de una comunidad, sea local o turista, está vinculado al futuro de la misma y es partícipe de las manifestaciones que se llevan a cabo. El futuro de una comunidad es también el futuro del destino que nosotros, como viajeros, visitaremos después. Y al dejarlo, nuestra interacción en ella es participe del desarrollo de la comunidad.
¿Qué influencia tengo yo en esta comunidad? Seamos conscientes del impacto que nuestras acciones tienen sobre los demás. Decíamos al inicio que para empezar a decidir nuestro futuro tenemos que empezar a pensar en red. Pero también comunicarnos en red, vivir en red: las acciones que tenemos hoy afectarán el mañana.
Las comunidades, en conjunto, local y turista, nos vamos vinculando desde la satisfacción. Al momento de planear una experiencia turística ya estamos pensando en la satisfacción que tendremos. Esta satisfacción es bilateral. Pensemos en cómo alcanzar esa satisfacción más allá de la experiencia turística y que cause un impacto que, además de disfrutarse en el destino, se disfrute tiempo después.
Las emociones generan un papel importante en el desarrollo de la identidad comunitaria pues estas se reflejan en ella. Si queremos un futuro armonioso y en equilibro, tenemos que aproximarnos desde una emoción en armonía. Debemos pensar qué conexión queremos lograr con mis visitantes, ¿Queremos aproximarnos a ellos desde el miedo o desde el amor? ¿Como vamos a usar las emociones para provocar la manifestación del futuro que queremos?
Estos 5 elementos nos permiten crear comunidades con un sentido de identidad fortalecido, con miras de bienestar reconocibles y con interactividad de cara al futuro.
Observemos nuestro entorno y decidamos qué es mejor para todos. Trabajemos por un futuro dirigido por la comunidad y para la comunidad. Empecemos a construir nuestro bienestar desde el futuro.
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